miércoles, 12 de mayo de 2010

Encuentros forzados

Muchas veces por motivos poco personales, los caminos de dos personas tienden a estar ligados y por más que se eviten siempre va a resultar el motivo para el reencuentro; peor aún, por más que se evite sentir el vacío del otro, entre la multitud siempre le va a faltar la mirada del ente despreciable.

Y nosotros que no sabiamos quién quería ignorar al otro...


Sí, muy mágico el ambiente para hacer referencia a un ser que al escuchar un NO O un TAL VEZ, huía a los brazos de un SÍ ( no importa que tan dudoso fuera el monosilabo).

Pero por ese tiempo ni queriamos hablar, ni nos interesaba la hipocresia; por eso, yo decidí alejarme y...bueno, mejor seguir con la normal y aburrida aventura de la "vida estudiantil". Por su parte, y como buen entepicaro, decidió seguir buscando entre las mismas una diferente.

Y ese día en el que la necesidad hizo que se cruzaran de nuevo los caminos, cada uno fingió tener la conversación cortez. Yo fingi seriedad y aquél ente con pocos sentimientos hacia mí, fingió que nada había pasado, después de todo el interés nunca fue alto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario