lunes, 1 de febrero de 2010

Alicia

I
El pecado no se cometió en el beso mismo, sino en el acto anterior y posterior a él; pues el primero venía cargado de un deseo por lo irresistible, por aquello que se hacía llamar prohibido; lo segundo quedaba como un inmenso recuerdo y el grato cinismo que, de ahora en adelante, la acompañaría en cada palabra que quisiera expresar para aquel que se había empeñado en no recordar en el mismo momento en el que esos labios ajenos, prohibidos y tentadores la provocaron tanto como su sonrisa maliciosa incitaba a aquel juego a seguir adelante.

Pero el juego había terminado - o eso parecía- y ya no quedaba más de aquella magia que había nacido desde la noche en que sus cuerpos parecían uno solo; pero que el azar o el destino, no había dejado que aquello se consumara en un acto tan profundo como el deseo mismo. Ahora sólo quedaba aquella realidad que ni borrandose Alicia la memoria lograría quitar el sabor de aquella boca.

Contrario a todo lo que le había enseñado la buena moral, Alicia no sentía culpa alguna, pues sabía que sólo de sus labios podría salir una verdad y ella podría inventarse o mejor podría elegir cualquier verdad. Además la fidelidad no era un acto meramente carnal; y si parecía confundida era sólo por causa de llevar mucho tiempo entre lo prohibido y lo que parecía ser aceptado.

1 comentario:

  1. Si Y solo si, Alicia y Quien ha escrito esto entendieran que lo aceptado era solo en su mente; ya que nadie mas lo aprobaba y que lo prohibido, aunque ese ser cohibido para su mente no lo aceptara, era realmente lo correcto!! estar con lo prohibido... SOLO QUE EN ESE MOMENTO NADIE ATIENDE A LA SUPLICA DE AMAR Y VIVE ENCERRADO EN EL ENIGMA FALSO DE SABER HACER LO CORRECTO CUANDO TRANSITA POR EL CAMINO EQUIVOCADO....

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