jueves, 18 de febrero de 2010

¿De qué hablamos?

¿Qué se pasa por la cabeza de cada persona cuando habla? Es evidente que podemos pensar antes de decir las cosas, de ahí a que pocos suelan hacer esta práctica es otro tema; por lo general ocurre que pensamos lo que vamos a decir en situaciones donde el tema lo requiera o donde el receptor sea una persona con la que no se puede estar relajado. Pero cuando nacen temas en medio del coloquio; entonces nadie piensa, sólo actúa.

Aquellas charlas que sostienen las personas de otra generación que no parece ser la nuestra, tienen un toque más útopico que el de ésta. Nosotros ya no hablamos de terminos desconocidos; en cambio seguimos hablando con palabras que nadie entiende y es justo aquí cuando nace la segunda pregunta: ¿Por qué el ser humano tiende a hablar de palabras que no existen?

Como si no bastara ya el hecho de hablar de paz, justicia o perfección, cada quien intenta darle un significado a estas comunes palabras;y en el peor de los casos se hacen afirmaciones como "sólo Dios es perfecto". ¡Pero si no se sabe qué es perfección! en cambio en casos más deprimentes salen a la calle a protestarle al aire por la "paz" ¿qué es paz,tres letras, un sonido? y en casos de ingenuidad o desesperación la gente acude a tribunales,reclamando derechos (que por cierto no existen) ante alguien que no le importa mucho lo que pasa con aquel que reclama justicia.

El escrito,por cierto, no tiene intención alguna; pero es bueno cuestionarse sobre esas largas charlas en las que todos afirmamos tener la razón sobre un fenómeno que no ha existido y no va a existir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario