jueves, 22 de septiembre de 2011
Muerte a la desesperanza
miércoles, 29 de junio de 2011
De masacres y memorias
martes, 28 de junio de 2011
jueves, 23 de junio de 2011
Maricaditas varias
domingo, 12 de junio de 2011
Libertad
martes, 3 de mayo de 2011
De Problemas y Soluciones
El momento parecía crucial, era la conciencia de que nadie solucionaría nada y a su vez era esa misma soledad la que hacía que el desespero aumentara. Por tabú, el silencio sería el mejor aliado, nadie se atrevería a gritar a lso cuatro vientos lo qu esucedía, al menos no con nombres verdaderos.
Ella sólo esperaba que todo quedara como una historia que ocntar en cuatro lineas, cuyo final fuera difrente a lo que precedía el futuro.Que así como fue la encargada de ocntar tantas veces las grandes guerras, luego tuviera el valor para contar su propia batalla
martes, 26 de abril de 2011
Es
Es raro que la nostalgia invada con cada canción tonta que sin una melodía atractiva carga una frase diciente. Cual adolescente que se cree estrella de todas las vidas porque no puede conquistar la suya.
Es complicado no poder cumplir con algo que no son expectativas, pero se sienten igual de frustrantes cuando no se llevan a cabo. Confundir un trabajo con otro o poner empeño en proyectos sin frutos.
Y muchos más difícil añorar otros sentimientos que parecen huir ante la tristeza y la añoranza.
jueves, 10 de marzo de 2011
El terror
Hoy, después de que ellos lucharon por un país mejor, que de verdad mostraron todo lo que tenían, nosotros, las nuevas generaciones, le tenemos miedo a la libertad y preferimos la comodidad del silencio.
Silencio que después de 21 años, cuando denunciar se encuentra asequible a la mayoría de periodistas, es un descanso.Preferimos transmitir el lado bueno de la vida.
En una rueda de prensa Maria Jimenza Duzán, decía que las noticias no son buenas o malas, que sonlos lectores los encargados de juzgarlas; pero en la actualidad, son pocos (más bien los de la vieja casta) los que le ofrecen al pueblo, el material para que juzgue y tome posiciones. EL resto claramente podemos ser un cuerpo lindo con más voz y presencia que cerebro.
Sus muertes fueron inútiles, porque nadie, hoy en día quiere seguir los ejemplos de un Galán, de un Guillermo Cano, un Orlando Sierra o Lara Bonilla. Ya no hay más partidos como la UP...
Ya no hay ni la resaca de los grandes.
jueves, 3 de marzo de 2011
Darle paso a la vergüenza

Nadie quiere dejar en libertad el sentimiento de la vergüenza, debe ser por eso, porque es una emoción indeseable, indomable y otras tantas cosas más...
Por vergüenza se aceptan compromisos, se niegan delitos, se ocultan cosas y se corrigen errores; si a Colombia le dieran más vergüenza que 'malicia indigena' los delincuentes a los que se les tapa la cara, se les protege de agresiones e incluso se les cambia el nombre, también se les dejara sentir vergüenza pública, aprenderían más rápido la lección.
Pero No, en vez de eso, quién los arresta no sabe ni su nombre, quién lo juzga es alguien ajeno a su vida, y cuando sale en público la cara se le tapa; porque ellos tienen derechos.
Derechos a qué? a matar, a violar, a robar y a ser respetados por todos. ¿Sus verdugos tuvieron derechos, tuvieorn derecho a la vida a la integridad?.
Por falta de vergüenza, entre mcuhos sentimientos más, los delincuentes siguen esperando la hora de salir a delinquir.
martes, 1 de marzo de 2011
Hoy
El problema es que el miedo no corría por los pasillos, sino que penetraba en el alma y hacía que en el instante justo en que se daba el crepúsculo, la nostalgia apareciera en su lugar.
Hoy fue un día calmado, sin clase, con mucha gente y poco pensar. No hubo conversaciones serias más allá del susurro y los chismes de pasillo. Pero entre tantos chismes, nadie susurraba el nombre anhelado, nadie veía al muerto.
Hoy fue un día más de vida, que no se les permitió a los agonizantes, tampoco a aquellos que andan de vida en vida buscando la más cómoda.
Hoy, este hoy eterno que siempre viene con alguan nueva sensación, no será más que la antesala del mañana que traerá otras cosas
martes, 18 de enero de 2011
Para el hombre de la casa de hierro
Nunca se supo si su deseo de romper en llanto era por la copa de vino que no bebió en su juventud con aquellos que presumían ser amigos, pero que nunca le dieron el consejo que hubiera salvado su vida; por el dolor de perder su libertad o por haber tomado una decisión que no tenía regreso.
No fue el deseo de saciar con sangre el error de la que le juró amor eterno, aquello que lo hizo actuar por impulso, sino la impotencia de ver que el fruto del dicho amor de ambos se veía ahora comprado con un par de regalos.
Quizás nunca podría aceptar ni describir por qué tomó decisiones de esta magnitud, pero ahora, en su celda impregnada de desilusiones, engaños y tristezas, se sentaba a contemplar su vida, mientras imaginaba al lado de la foto de sus padres y su hija, qué hubiera pasado si el tiempo se retrocediera lo suficiente para haber sido el padre cascarrabias, el hijo gruñón que pedía un beso a su madre y la bendición a aquel que sí tuvo la libertad de ser su progenitor.